Beneficios de una pasantía en el mercado laboral actual
Los beneficios de una pasantía se ponen en juego más que nunca en el mercado laboral actual. Inés Cernuda está haciendo una pasantía en Microsoft, y hoy nos cuenta su historia, llena de viajes por el mundo, voluntariados y prácticas profesionales.
La era digital nos acerca más que nunca a todos lados del mundo. El trabajo se ha vuelto remoto en muchos casos, y los jóvenes a veces podemos sentirnos desalentados cuando en etapas de transición nos encontramos con la imposibilidad de generar vínculos en persona, incluso cuando muchos crecimos con la nueva tecnología.

Beneficios de una pasantía según Inés Cernuda
Conoce a Inés
Inés tiene 22 años y ya ha acumulado historias para una vida de muchos más. Su historia comienza en Madrid, pero en seguida se mudó a París, para luego volver a Madrid. Estuvo en Estados Unidos 3 años, luego en Singapur 3 años, otro año en Miami, y luego estudió su carrera de grado en Syracuse. Tiene su Bachelor’s degree en Relaciones Internacionales, y sus estudios menores se enfocaron en sociología y economía. Al momento de esta entrevista, Inés está nuevamente en España haciendo una pasantía con Microsoft.
Esta no es su primera experiencia como pasante, Inés nos cuenta que lleva muchos años de hacer sus veranos productivos:
“En mi casa, desde que tengo 10 años, no se puede tener tres meses de verano. Me iba a campamentos en Francia, a hacer voluntariados, lo que fuese. Cuando cumplí 17 años tuve mi primer año de prácticas profesionales y desde entonces todos los veranos he hecho prácticas, muchos años incluso sin cobrar, solo por ganar experiencia y poder enriquecer mi currículum”.
Inés nos cuenta que miraba a sus amigas de vacaciones y, como toda adolescente, se quejaba. Pero hoy en día, en retrospectiva, recuerda esos momentos y lo ve de otra manera. Ve los beneficios de una pasantía:
“Al día de hoy no me arrepiento de nada. Ahora estoy feliz de haber hecho todo eso y agradecida con mis padres por incentivarme a ser productiva en los veranos, porque me ayudaron a estar donde estoy hoy siendo tan joven.”
Pero sumar experiencia en el currículum o hacer prácticas laborales porque así nos lo ordenan no es el único motivo que nos puede llevar a una pasantía. Las prácticas también nos permiten encontrar qué nos gusta y qué queremos hacer con nuestra carrera universitaria y laboral.
Por ejemplo, Inés no estaba segura de qué quería estudiar. Por eso, como se inclinaba hacia derecho, a los 17 años hizo una pasantía en un estudio legal.
“Fui de prácticas para ver cómo era la vida en un despacho. A la vez me metí en la parte de tecnología, porque yo sabía que si no iba a hacer derecho iba a meterme en algo relacionado con eso. Entonces empecé allí y estuve un poco en la parte de tecnología, pero también fui a juicios, y ahí decidí que quería hacer una carrera más general, que no quería cerrarme sólo a Derecho”.
Luego hizo prácticas de informática en El Corte Inglés por tres meses, y después estuvo otros tres en IBM. Pero Inés nos vuelve a mostrar que no quiere nada que la limite, y que prefiere experimentar los diferentes espacios laborales por su cuenta:
“Al año siguiente, en vez de volver a trabajar en una empresa grande, decidí probar una startup, Emovili, que en ese momento era más pequeña, donde estuve unos 6 meses. Era sobre energías renovables, placas solares… Estuve en la parte de márketing, que ahora es justamente lo que hago en Microsoft. Estuve aprendiendo mucho en esa empresa y como era tan pequeña, al fin y al cabo toque finanzas, toque un poco de todas las áreas… Hoy en día se ha convertido en la compañía líder en recargas de coches eléctricos, además de promover las energías renovables instalando placas solares en las empresas y los hogares”.
Cuando terminó con esa práctica y con su carrera universitaria, empezó a buscar más puestos, abierta a diferentes oportunidades que pudieran aparecer. Encontró que Microsoft tenía abierto un puesto de márketing y comunicación, atravesó el proceso de selección y terminó elegida para el puesto:
“Estoy aprendiendo muchísimo… La verdad que es una empresa donde hay diversidad en la cultura, donde la gente te ayuda mucho. Mi jefa, por ejemplo, es una persona que me empuja todos los días a ser mejor: los defectos me los dice, pero las virtudes también, al fin y al cabo así se aprende”.
Dentro de los beneficios de una pasantía no figura solamente aprender en lo laboral, sino también descubrir qué nos gusta, en qué somos buenos. Sobre todo esto estuvimos hablando con Inés.

Saber contar tu historia te ayudará a conseguir una buena práctica profesional.
Beneficios de una pasantía
Sol Feldsztejn – ¿Qué crees que nos aportan estas experiencias tanto a nivel personal como profesional? ¿Cuáles dirías que son los beneficios de una pasantía o práctica profesional?
Inés Cernuda – Creces como persona, intelectual, profesional y personalmente, de una manera que ni te imaginas. Aprendes lo que es el sacrificio, el esfuerzo, aprendes a ponerte metas, a luchar, a encontrarte como persona, cómo eres en el espacio laboral. Aprendes a trabajar con otros que piensan y trabajan diferente, cómo tratar a un superior, cómo encontrar tu lugar donde eres nuevo. Maduras, aprendes a ser buen compañero, a socializar.
También aprendes a hacerte valer, a saber que puedes lograr lo que te propones y que tu trabajo tiene recompensas. En el colegio apruebas porque es lo que se espera. En una pasantía comienzas a ver las recompensas de tu esfuerzo y tu trabajo desde otro lado.
Especialmente cuando haces una pasantía, es importante aprender a pedir ayuda, aceptar que estás aprendiendo, sin vergüenza. Yo no solía querer pedir ayuda, pero uno puede aprender de sus compañeros y alivianar pesos. Por ahí algo que te lleva media hora podría hacerse más fácil porque hay una forma más eficiente de solucionarlo y tú no la conoces.
Todo esto que aprendes después te ayuda en tus próximos trabajos o prácticas, y en la vida en general.
SF – ¿Qué te hace un buen candidato para un puesto de trabajo?
IC: – Es muy bueno que todo lo que hagas en tu vida, lo complementes con cosas por fuera de lo que se espera de ti. Tienes que graduarte, hacer una carrera, hoy en día es importante eso. A una empresa grande, para un puesto fijo, le importa eso. Pero también es importante hacer cosas por fuera de lo mínimo obligatorio, por ejemplo trabajos comunitarios, actividades de liderazgo… Todas las experiencias sirven para aprender, y suman al momento de volverte un mejor candidato. Las empresas buscan eso en nosotros, experiencia –y variedad de experiencias–. Los idiomas también son muy importantes, tanto los idiomas de por sí como el contacto con otras culturas, el saber qué hay por fuera de tu mundo. Qué estudies, muchas veces es lo de menos, dónde lo estudies tampoco es super importante. Yo creo que son tus cualidades, cómo te sabes vender a tí misma, cómo cuentes tu historia, y como muestres tu parte social. Todo el mundo ha hecho algo que nadie más ha hecho, todos tienen su historia, sólo tienes que saber contar la tuya.
SF – ¿Qué aprendizajes te llevaste de tus trabajos voluntarios y extracurriculares que te hayan servido para el ámbito laboral? ¿Y cómo ha influido en tu approach a los problemas hoy en día?
IC: – Conocí gente muy distinta a mí, vi diversidad, gente de todos lados, culturas muy distintas, y he aprendido a respetar las culturas de los demás. En una de mis experiencias estuve en Filipinas con chicos de 13 a 17 años que habían sido maltratados. Estuve en un entorno donde viven con mucho dolor, y también aprendí la suerte que tengo. En el trabajo, estas experiencias me mostraron la importancia de ser amable con alguien, porque puede cambiar su día. Nunca sabes por qué está pasando el otro. Ayudar a una persona que lo necesita, incluso dar una mano cuando ves que un compañero está desbordado: la humanidad, los gestos de humildad, de generosidad… Poder decir “no te preocupes, yo mando este correo, que tienes mucho trabajo” o “estás teniendo un dia de locos, ¿quieres ir a tomar un descanso, un café? yo te cubro” Esas cosas las he aprendido en mis viajes de voluntariado, que ser amable con todos hace que el día a día sea más ameno, que la pases bien, que quieras volver al día siguiente. Todo el mundo trabaja mejor cuando todos son felices en el espacio en el que están, y tú puedes ayudar a crearlo con un gesto muy simple.
En cuanto a mi enfoque para afrontar problemas, aprendí que si tengo que solucionar un problema, lo hago, pero no dejo que se me vaya la vida en ello, ni que se me caiga el mundo encima, porque hay cosas mucho más importantes en la vida. El trabajo es algo que te da vida, por todo lo que hemos hablado hoy, pero no te la puede quitar. No te puede desgastar tanto que llegues muerto, por eso el ambiente en el que estás, la gente de la que te rodeas, ayuda mucho.
Si hay un conflicto, hay que entender ambas partes, escuchar. Los conflictos que no se solucionan son, la mayoría de las veces, porque la gente no escucha.
Eso es algo que he aprendido mucho viajando: a ponerme en los zapatos del otro, a experimentar en primera persona lo que muchas veces no te enseña un libro.

Beneficios de una pasantía en el mercado laboral actual. Créditos de imagen John Schnobrich
Primeros pasos: cómo conseguir una pasantía
SF – ¿Qué se recomienda hacer para conseguir una pasantía o práctica laboral?
IC: – Primero debes pensar qué te gusta, si prefieres una empresa grande o chica, si quieres que sea multinacional o no, si te importa la cultura de la empresa, etc. Lo que hace al trabajo es el día a día, hay veces que te va a gustar y otras no tanto. Tampoco, generalmente, tienes siempre las mismas tareas. Por eso yo me enfoqué siempre más en la gente con la que iba a estar y la cultura, no tanto en el puesto en sí.
Mi consejo es pensar cuál es tu prioridad. Una vez que tienes eso, entonces empiezas a mirar en LinkedIn, en Google… Hay muchas páginas de career services, incluso en los sitios web de cada empresa o en Google. Incluso puedes enviar un correo electrónico a career services diciendo “Hola, estoy muy interesada, podría tener una reunión con alguien de Recursos Humanos para ver cómo funciona el proceso de selección?”
También puedes escribirle a gente que conoces, por ejemplo por LinkedIn: : a todos nos pueden dar un empujón, y luego es tu responsabilidad demostrar si lo vales. Pero debes saber que nadie puede simplemente “enchufarte” en un puesto, ni tampoco es bueno contactar a nadie con esa intención. Lo mejor es escribirle a la persona desde un lugar de “me gustaría conocerte y tener una reunión”, no simplemente ir y decir “oye, ¿tienes algún puesto abierto?” Sino contarle tu historia, contarle lo que sabes, tus ganas, mostrarle tu interés en la empresa y lo que sabes, contarle tus objetivos, igual que harías en una entrevista laboral. A raíz de eso puedes preguntarle “¿dónde puedo aplicar? ¿Qué puedo hacer para conseguirlo? En ningún momento pidiendo directamente o dando por sentado que te van a meter. La idea de conectarse con un contacto es pedir ayuda, muchas veces como una persona joven a una persona senior que respetas y admiras. Los contactos pueden ser positivos si los utilizas de una manera buena. Una vez que has terminado una práctica, es bueno quedar en contacto con la gente de allí. Me ha pasado que alguien de una empresa me recomiende para otra, o también te recomiendan puestos abiertos para aplicar. Yo muchas prácticas me he enterado a raíz de contactos, no solo de buscar. El otro día una chica de una empresa en la que estuve me escribió porque estaba buscando una becaria, y yo le escribí a una amiga. Por eso digo que todos pueden ayudarnos, es bueno tener relación con tu círculo cercano y también con la gente con la que te relacionaste laboralmente, hacer networking. Yo ahora soy un nexo entre ellas.

Si te muestras como alguien con ganas de trabajar encontrarás personas listas para ayudarte.
SF – ¿Cómo armar un network cuando uno recién empieza, especialmente en tiempos de trabajo virtual?
IC: –Yo entré completamente online, aunque mi puesto no era para trabajo online, la pandemia puso estas condiciones, y lo tenía muy difícil. La virtualidad fomenta que uno solo hable con la gente con la que trabaja, y solo sobre trabajo. En persona uno podría ir a la cafetería o acercarse a gente de otras áreas con mucha mayor facilidad.
Lo que hice yo, en los primeros días, fue escribir a todo mi equipo, uno por uno, diciendo que me gustaría tener un one-on-one con ellos. La idea era tener una reunión para conocerlos y para que me conocieran, y pude tener una con todos. Es importante que pierdas la vergüenza y te acerques, te presentes. Ellos tienen trabajo, si te ven en la oficina o te necesitan te van a escribir, pero lo más probable o común es que no vayan a buscarte si no te mueves y te haces conocer. Todos me contestaron, y con todos hablé por lo menos media hora. Es bueno, terminas notando que tienes mucho más en común de lo que crees. Si no, en la virtualidad, eres solo un nombre en un correo. Así me di a conocer yo, y hoy tengo contacto con casi toda la gente con la que hice prácticas, en todo el mundo. Y en ese sentido también es importante, una vez que terminas, seguir escribiendo para ver cómo está la gente, estar al tanto. Yo uso mucho LinkedIn para eso: para agradecer, dar a conocer a las empresas, etcétera.
En las universidades, los profesores son un gran recurso. En el colegio, los directores. Amigos de tus padres también. Y también puedes ir a LinkedIn y escribirle a gente que no conoces, en networking no se trata solo de la gente que ya conoces. Yo creo que si tu llegas y les cuentas tu historia de cómo eres, de la pasión que tienes por el trabajo que quieres hacer y de la empresa en la que están, lo más probable es que te contesten. A los que no les contestan es a los que quieren que directamente los aloquen en el puesto. Pero yo creo que ninguna persona rechaza a alguien con ganas de aprender y trabajar. Y si no tienen el lugar, te tendrán en cuenta a futuro, o te pueden recomendar.

Uno de los beneficios de una pasantía es ver los resultados de tu esfuerzo y tu trabajo.
Gen Z en el ámbito laboral
SF – ¿Qué tenemos de especial? ¿Qué aporta nuestra generación en el espacio laboral?
IC: – Somos muy independientes, porque desde que nacimos, la tecnología nos ha permitido comunicarnos con la gente, resolver problemas, buscar soluciones, complementar ideas. Sobre todo cuando el público target es gente de nuestra edad, es importante que escuchen nuestro lado. Somos una generación con muchas ganas de esforzarnos y trabajar, las mujeres, particularmente, tenemos ganas de salirnos de las normas, de estar en puestos ejecutivos, y creo que lo estamos logrando. Yo ya estoy viendo muchos cambios, por ejemplo en Microsoft, mujeres que siguen creciendo y superando metas dentro de la empresa.
Y a muchas empresas, afortunadamente, les gusta aprender de la gente joven. En mi experiencia, en Microsoft, algo que nunca había escuchado, es la idea de reverse mentoring, donde yo mentoreo a un senior.
Entérate de cómo funciona la Mentoría Mutua
SF: – ¿Cómo usar la tecnología para fortalecer nuestro perfil profesional?
IC: – Lo mejor es usar todas las plataformas que tenemos a disposición. Nadie mejor que un joven sabe usar Linkedin, nadie mejor que un joven sabe usar Google y buscar trabajo, buscarse la vida en internet, encontrando cualquier cosa que necesita. Al día de hoy todo está en la web: los puestos abiertos, lo que buscan en un candidato, las oportunidades. Todas mis amigas y yo hemos aplicado a puestos a través de estos sitios. Nuestros padres, en cambio, no tenían esto cuando comenzaron sus carreras, y nosotros podemos usar estas ventajas que tenemos a disposición. Pero también hay que recordar que no todo el mundo se pone en Linkedin y en seguida encuentra lo que busca. Hay que tener paciencia y constancia. Los jóvenes solemos tener esa falta de paciencia porque hemos buscado y siempre ha estado allí lo que queremos, la información, la persona a la que llamamos, todo en la palma de nuestras manos. Por eso no debes darte por vencido si le escribes a 5 personas y no recibes la respuesta que querías, porque quizás la sexta o la séptima sí funcionan. O por ahí la primera también te toca y ya quedas en el puesto. Lo importante es saber insistir, tener constancia, estar pendiente, quererlo de verdad. Como decimos en España “quien la sigue la consigue”.