¿Profesión de hombres? Ing. Ilya Marotta lidera Ampliación del Canal
Su casco y chaleco de seguridad color rosa se han vuelto icónicos en una profesión de hombres. Ilya Espino de Marotta es la ingeniera panameña que lideró la ejecución del Programa de Ampliación del Canal de Panamá.
El nuevo Canal de Panamá se inauguró en junio del 2016. Una obra que permite el paso de barcos cargueros con una capacidad más del doble de la actual, entre los océanos Atlántico y Pacífico, reduciendo sustancialmente los costos de transporte.
Por eso la honramos en el Salón de la Fama del Red Shoe Movement!
Aquí conversamos con esta líder que no sólo es brillante sino generosa con su tiempo y sus consejos. Una entrevista que te cambiará la perspectiva de lo que puedes y no puedes hacer.
El primer paso hacia una profesión de hombres
¿Cómo se despertó en ti el interés por la ingeniería? Cómo se inicia tu carrera?
Yo había ganado una beca Fulbright de los Estados Unidos para estudiar Biología

Ilya Espino de Marotta, ingeniera responsable de la ampliación del Canal de Panama es honrada en nuestro Salón de la Fama 2017
marina allí porque yo soy una apasionada del mar. Me encanta bucear y amaba a Jacques Cousteau. Un año y medio después de regresar a Panamá, cuando vi las posibilidades de trabajo en Biología marina, no eran las mejores así que decidí cambiar de carrera. Renuncié a la beca porque era para esa carrera en una universidad específica. Entonces empecé a buscar qué universidad había en Estados Unidos que tuviera alguna carrera relacionada con el mar y pensé en barcos. Siempre fui muy buena en matemáticas y física y elegí Ingeniería Marina porque iba a trabajar con barcos. Busqué una universidad que no me obligara a navegar para sacar mi título. Mi padre me dijo que sólo iba a pagar los cuatro años de universidad y no tendría los tres veranos para salir a navegar. Así fue que conseguí entrar en Texas A&M University que me daba el título de Ingeniería Marina sin navegación. Entonces terminé estudiando Ingeniería Marina no porque fuera mi pasión sino porque estaba cerca del mar. Pero una vez que me gradué y me vine a Panamá y empecé a trabajar en el Astillero de Reparación del Equipo Flotante del Canal de Panamá quedé enamorada de mi carrera. Era muy gratificante diseñar algo en la oficina, ir a los talleres donde lo estaban arreglando ó construyendo y después ver la embarcación operando con diseños que yo había hecho.
Podríamos decir entonces que tu ingreso a esta carrera fue más bien de costado, y fuiste encontrándole el placer en el camino.
Claro, es que hace 30 años teníamos otra mentalidad. Hoy en día se le da importancia a elegir algo que te apasiona y que te gusta hacer. Pero en esa época era “Tienes que conseguir un trabajo”. Era un sistema más tradicional. Con lo cual yo empecé con lo que me inspiraba (Biología Marina) pero me cambié a lo práctico (Ingeniería Marina).
Y ¿tuviste el apoyo de tus padres, en especial de tu padre, para seguir una carrera que en ese entonces era vista como una profesión de hombres?
Si, al 100%. Ambos me apoyaron a elegir lo que yo quisiera en todo momento.

Ilya Marotta con casco rosa se afirma como mujer en una profesión de hombres
El rol de los patrocinadores en una carrera tradicionalmente masculina
A medida que fuiste avanzando en tu carrera, ¿cuál crees que fue el rol que jugaron los sponsors o patrocinadores? ¿Crees que son importantes para desempeñarse a un alto nivel en una profesión de hombres?
Es lo que te abre camino, sobre todo en una profesión donde no hay mujeres. Si yo no hubiera tenido el apoyo de mis distintos jefes en distintas etapas no hubiera podido llegar a donde he llegado. La forma en que gané el apoyo de esos sponsors es con dedicación, trabajo, ética y transparencia. Una vez que tu jefe ve tu capacidad profesional te abre oportunidades. Por ejemplo, yo entré a un programa de desarrollo interno de carrera. Como el Canal seria transferido del Gobierno de los Estados Unido a Panama en 1999, desde 1985 se inició un programa de desarrollo en el Canal.

Ilya Espino de Marotta, celebra #RedShoeTuesday con el @RedShoeMovement!
El objetivo era garantizar que hubiera suficientes profesionales panameños ocupando posiciones en el Canal una vez se diera la reversión. Mi puesto era un grado 5 con un horizonte a un grado 9. Había un puesto en Ingeniería Mecánica en Panamá y había un puesto en el astillero de reparación que quedaba en el Atlántico. Este tenía horizonte grado 9. Luego había otro puesto en el Pacífico (donde está la ciudad principal) y ese puesto llegaba hasta el grado 11. Había 2 personas que teníamos el perfil para esos puestos. El del grado 11 se lo dieron a un hombre, que había sido compañero mío de la universidad, y a mi me dieron el otro. Con lo cual ahí ya hubo cierto bias, porque los dos calificábamos para ambos puestos.
Pero en ese período yo vine a hacer una rotación de tres meses a Panamá donde estaba otra persona con límite al grado 11. Yo tenía cuatro años de estar fuera de Panamá. Fui a hablar con el futuro jefe y le expliqué que me gustaría reportarme al trabajo unos dias más tarde para poder ir a festejar los Carnavales. (Algo que hacía años no había hecho y tenía planes con mis amigos desde antes de saber de mi traslado de oficina). Me dio la oportunidad. Trabajé tres meses con él, y cuando se abrió un puesto bajo él unos años más tarde, lo que sería una promoción para mí, me escogió. Mi franqueza con él y mi desempeño de esos tres meses le dieron la confianza para abrirme esa puerta.
Todas las personas que me han dado oportunidades de ascenso han sido hombres. O sea que definitivamente los sponsors son necesarios, pero su apoyo se lo gana uno con el trabajo que uno hace.

La ingeniera Ilya Espino de Marotta a cargo de la Ampliación del Canal de Panamá
Superando obstáculos
En tu carrera, ¿cuáles fueron los obstáculos más importantes que has tenido que superar?
Recuerdo que cuando estaba en el dique de reparación, se abrió una posición de buzo profesional para el Canal. Yo era buzo profesional. Había hecho trabajos de buzo afuera, y apliqué para el puesto y no lo llenaron. Oficialmente me dijeron que no iban a llenar el puesto en ese momento, pero yo sabía que no me querían escoger porque era mujer. Pero uno lo supera y va aprendiendo, y me ha pasado en otras posiciones que no me escogieron por razones políticas de la empresa. Uno tiene que darse a conocer, porque sino no te mueves. Con el tiempo superé con creces esas posiciones que no me llegaron a dar en un momento dado. Para poder llegar al puesto al que llegué ahora tuve que tener el apoyo de mi jefe directo y el jefe de mi jefe porque era un puesto ratificado por junta directiva. El subadministrador de la época fue muy cándido conmigo y me dijo que a estos puestos no se llega por los méritos y la capacidad profesional. Además tienes que hacer un poco de lobby. Tuve la fortuna de que mi jefe hizo el lobby por mi.
Ventajas femeninas en una profesión de hombres
La ampliación del Canal de Panamá debe haber sido uno de los mayores desafíos que un ingeniero puede enfrentar. En una profesión de hombres, ¿cuál crees que fue tu ventaja como mujer para llevarlo a cabo de manera exitosa?
Hay que tener mucha inteligencia emocional, no tomar las cosas en forma personal. Es un proyecto grande, y tienes que lidiar con muchas personas, muchos contratistas, y en este tipo de proyectos siempre surge algún problema. Las cosas no son fáciles y sencillas. Entonces cuando sucede algo hay que tomarlo desde ambos puntos de vista, el tuyo y el del contratista. Pienso que yo tuve la capacidad de no tomarme las cosas personales. Pensar que son situaciones y cada uno está defendiendo intereses. Dentro de este proceso de años que hemos estado en la obra, tuve la capacidad de poder negociar y ser conciliadora.

Ilya Marotta conversa con equipo de trabajo
¿Cómo piensas que impacta la Resiliencia que es un rasgo que se da sobre todo en los lationamericanos y en especial en las mujeres?
Es sumamente importante porque no puedes dejar que los fracasos o errores te desanimen. Tienes que seguir siempre hacia adelante, tener la capacidad de superar obstáculos. Algo que yo siempre les digo a las personas es que no traten de hacer algo por demostrar nada a nadie. Hazlo porque es lo que tú quieres y por demostrarte a ti mismo. Yo no escogí esta carrera para demostrarle a nadie que las mujeres podemos. Yo escogí esta carrera porque es algo que me llamó la atención y quise ascender dentro de ella porque me gusta.
He visto algunas fotos en las que usas casco y chaleco rosado que da a entender algo que es evidente: que eres mujer en una profesión de hombres. ¿Cuál ha sido el efecto? ¡Ha sido fantástico! Aunque en principio la intención era personal, era para demostrarme a mí misma que pude llegar a esta posición. En Panamá las mujeres en cargos masculinos han proliferado bastante, pero llegar a un alto rango en un área masculina es bien difícil. Entonces cuando estaba en NY, en uno de los chequeos médicos de mi hijo le dije a mi esposo: “Yo siento que debería comprarme un caso rosado para demostrar que una mujer pudo llegar a este cargo”. Lo vi por catálogo y lo mandé comprar. Ahora se ha vuelto un ícono y me llena de orgullo por lo que representa ese casco para muchas otras mujeres. Me llegan mensajes de mujeres que me dicen que le han enviado la foto a sus hijas de 9 años diciendo: “Mira cómo las mujeres pueden llegar a puestos de liderazgo”. Fue sin planearlo pero el resultado ha sido lindo. Te pone altos estándares, porque ahora la gente espera más de mí. Tengo que demostrar que se puede ya no nada más por mi sino por aquellas que ven en mi una esperanza, un ejemplo.

Ilya Marotta elige usar un casco rosa para enviar la señal de que la mujer puede llegar a la cima en una profesión de hombres
Si yo le preguntara a algunas de las personas que te reportan que te describiera como jefa, ¿qué dirían?
Hicimos un taller una vez y uno de los chicos me dijo que yo era muy franca y muy directa y le gustaba eso y que siguiera así. Otras personas también me han dicho que soy franca y abierta y pueden acercarse a mi con cualquier problema porque tengo puertas abiertas. La gente admira que soy una profesional dedicada, que trabaja mucho pero que puede dedicar tiempo al trabajo e igualmente a la familia. Por ejemplo, yo me ausenté por 7 meses cuando fue el tratamiento de mi hijo y cuando regresé me dieron el ascenso.
¿Por qué crees que en Latinoamérica y Centroamérica aún es un desafío para las mujeres ingresar a ciertos campos o disciplinas? ¿Qué se podría hacer en tu opinión para modificarlo?
Pienso que a algunas mujeres les da temor, y a otras ante el menor obstáculo se echan para atrás. También les diría: “mira muy bien a tu pareja, a la persona con la que te vas a casar”, porque puede ser otra condición. Conozco mujeres que han tenido que dejar el trabajo ó dejar de avanzar porque el esposo les dijo que tienen que quedarse en ese nivel. Afortunadamente mi esposo siempre me ha apoyado al 200% en las tareas domésticas (ir al supermercado) ó del cuidado de los hijos (llevar a mi hijo al médico). Pero en América Latina hay muchas mujeres que son padre y madre. Y sin lugar a dudas hay un poco de desventaja el ser mujer. No todas las empresas o jefes necesariamente parctican la igualdad de genero, lo que nos pone en desventaja para aspirar a altos cargos.
En relación a que podría hacerse para cambiar la situación, para mi es muy importante la presencia de mentores que te den oportunidades. Uno no llega a estos lugares sola. Tradicionalmente los puestos altos son de hombres. Entonces uno tiene que conseguir un mentor, que sea una persona que lo apoye, que lo valore y que reconozca el trabajo. Y no tener temor de no poder balancear todo.
Para nosotros en la ejecución del proyecto del Canal de Panamá ha sido excelente porque hemos tenido mujeres desde Operadores de Grúa a Oficiales de Seguridad.
Hemos demostrado que las mujeres podemos. Dar el testimonio y ser un ejemplo es una manera que va a empujar a esas mujeres que a veces no se atreven a hacerlo.
Por último, es importante contar con el apoyo necesario para no sentirse abrumada. Por ejemplo, yo he sido bendecida con una señora que trabaja en mi casa desde hace 18 años. Es como una segunda madre para mis hijos. Pero sé que muchas mujeres no tienen esa facilidad. Es importante que las empresas tengan lugares para el cuidado de los hijos ó que te puedan dar cierto nivel de vacaciones. Los elementos necesarios que te faciliten la vida porque las mujeres pueden llegar a sentirse abrumadas con muchas cosas.
Tradicionalmente el hombre ha delegado todo lo relativo al hogar en la mujer, entonces es más cómodo y más fácil subir para el hombre, porque no se preocupa por esas cosas. Pero el hecho de que nosotras necesitemos ese anillo de soporte no nos debe hacer sentir menos ni que no podemos. Es la manera exitosa de lograr lo que una se propone.

Ilya Marotta conversa con mujeres en su oficina
Consejos a jóvenes y mujeres interesadas en entrar en alguna profesión tradicionalmente masculina
¿Qué consejos le darías a una jóven que hoy está decidiendo su rumbo laboral ó de estudios?
Definitivamente que hagan algo que les apasione. Yo tuve la bendición de que si bien Ingeniería Marina no fue mi primer deseo, con el tiempo encontré en mi profesión algo que me llena y me apasiona. Cuando tu haces algo que te gusta, te hace sacar lo mejor de ti misma. Además, no tenerle miedo a los retos ni a los cambios. Siempre que se te presente una oportunidad, nunca pienses que no lo puedes hacer. Yo cuando aplicaba a distintos puestos, tal vez no conocía todo lo que solicitaban pero sabía que lo podía aprender. Por último, ser una persona transparente, tratar a todo el mundo igual, ser la misma persona en todos los ambientes donde te desenvuelves.

Ilya Marotta es una profesional todo terreno.
¿Algún consejo en particular para aquellas mujeres que estén pensando ingresar a campos históricamente masculinos?
No debes sentirte ofendida por todo en un mundo de hombres porque ellos tienen su manera de manejarse y de ser. No puedes pretender que cambien por ti. Tienes que adaptarte, siempre y cuando te respeten. Por ejemplo, si ellos bromean de una manera, no te puedes escandalizar, siempre y cuando no sea algo hacia tu persona. Yo aprendí mucho a balancear eso, y así uno se gana el respeto de los hombres. No se trata de convertirse en un hombre tampoco. Yo soy feliz si me ceden el asiento ó me abren la puerta. Se trata de hacer que se pueda convivir como hombres y mujeres de una manera agradable. Tratar de ser conciliadora, no antagonista, eso también a mi me ha ayudado mucho en mi carrera profesional.
Conéctate con Ilya Marotta via Twitter @MarottaIlya