Descubre el poder de un mentor en 6 pasos
Tener un mentor es fundamental para salir adelante en tu carrera. Pero de nada te servirá tener mentores si no sabes cómo mantener y nutrir la relación
Para muchas personas jóvenes que han crecido en Latinoamérica el concepto de mentor es desconocido. Empecemos entonces por aclarar qué es un mentor. Un mentor es una persona a la que respetas e incluso hasta admiras, experta en un área determinada o que conoce las reglas no escritas de la organización en la que trabajas y que puede ayudarte a cumplir tus sueños y objetivos profesionales. Para un estudiante, un mentor es alguien que puede guiarte en el proceso de ingresar a la universidad, obtener becas o de estudiar en el extranjero, por ejemplo.
¿Cómo consigo un mentor?
Esta pregunta que escuchamos a menudo en nuestros eventos y conferencias, es equivalente a preguntar: ¿Cómo consigo un nuevo amigo? Difícilmente lo logres preguntándole a alguien “¿quiéres ser mi amigo?” en la próxima fiesta. Como toda relación, la de mentoría debe ser desarrollada a partir de un interés mutuo. Puedes identificar a un profesional que te interese (ya sea en un evento profesional o en tu trabajo) y buscar la oportunidad de iniciar una conversación sobre cualquier tema triviales. De a poco podrás ir estableciendo una relación que en un determinado momento se transforme en una relación de mentoría. (La realidad es que tampoco hace falta que lo llames formalmente “mentor” sino que ambas partes entiendan que de eso se trata.)
¿Debo tener uno sólo?
No. Puedes tener cuantos mentores creas necesario si es que cada uno te está ayudando con otro aspecto de tu carrera. Por ejemplo, Eugenia está abriendo una compañía de venta de jabones naturales. Tiene un mentor que la guía en todo lo que hace a la apertura de un pequeño negocio, las regulaciones, llenado de certificaciones, etc. Otro que la orienta en la parte de marketing y ventas, y una mentora que trabaja con ella en la investigación de mercado y el desarrollo de productos. El secreto es que encuentres el o los mentores adecuados para la etapa que estás viviendo.
¿La relación con un mentor es unilateral?
Las relaciones humanas más fructíferas suelen ser las que se basan en el interés mutuo. Esto no es diferente cuando se trata de un mentor o una mentora. Si piensas en qué tienes para ofrecerle a tu mentor y cómo lo puedes ayudar antes de enfocarte en cómo él o ella pueden ayudarte a ti, serás mucho más efectiva. Y si crees que no tienes nada que pueda interesarle, piensa otra vez. ¿Tienes tiempo para invertir en algún proyecto en el que esta persona esté trabajando? ¿Puedes darle un punto de vista distinto? ¿Puedes enseñarle el uso de ciertas tecnologías o de redes sociales?
¿Cómo debo manejar la relación con mis mentores?
Tú debes ser la que lleve adelante la agenda. La que proponga fechas para reuniones regulares, establezca los objetivos que desea cumplir y especifique las áreas donde necesita ayuda. Y también debes ocuparte de cumplir con los objetivos pautados, sugerencias que te de tu mentor y cualquier tarea que te asigne. No siempre estarás de acuerdo con sus sugerencias y es perfectamente válido que las cuestiones. Pero si refutas cada recomendación, en poco tiempo tu mentor o mentora interpretará que no confías en su criterio y no le verá sentido a invertir sus horas en ti.
¿Para qué debo “usar” a mi mentor y para qué no?

Asegúrate de tener mentores a lo largo de tu carrera educativa y profesional. Te ayudarán a salir adelante más rápido. Photo Credit: Foto tomada en evento de DigiGirlz, Microsoft, El Salvador, 2014
Si sólo tienes un mentor es fácil caer en el “abuso”, es decir en contactarle para cualquier cosa que podrías averiguar por tu cuenta en Internet o consultarle a cualquier otra persona. Esto genera un desgaste innecesario en la relación y menor disponibilidad de tus mentores para hablar contigo cuando realmente lo necesites. Por eso antes de llamarle o conectarte revisa tus otros contactos y verifica si alguien más puede ayudarte a resolver tu inquietud. Trata de conectarte con ellos en lapsos regulares y principalmente para repasar temas que sólo ellos pueden ayudarte a resolver.
¿Qué pasa una vez que supero la etapa para la que le necesitaba?
La mayoría de las veces uno tiene una mentoría por un determinado plazo y una vez que supera esa etapa debe buscar otra persona que lo oriente. Sin embargo es muy conveniente mantener a tus mentores al tanto de tu progreso mientras estás trabajando con ellos y una vez que ya hayas dejado de hacerlo. Para el mentor es una gran satisfacción enterarse de tus éxitos y sentir que ha sido, aunque sea en parte, responsable de que salgas adelante.
Una cosa más. No sólo es importante que tengas uno o más mentores a lo largo de tus estudios y tu carrera profesional sino que tú misma lo seas. Mira a tu alrededor y piensa la vida de quién podrías cambiar al ofrecerle tu mentoría. Sabes mucho más de lo que crees y hay cientos de individuos en busca de talento y experiencia como los tuyos. Nunca te olvides de estirar la mano hacia los que vienen creciendo. Este es uno de los principios fundamentales del Red Shoe Movement que contribuye al empoderamiento de las mujeres.
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[…] que el mentoreo ya lleva algunas décadas inserto en las organizaciones bajo distintas modalidades: mentoreo tradicional, mentoreo reverso o mentoreo mutuo sobre el cual se sostiene la metodología del Red Shoe […]
[…] excepción todos hemos tenido mentores, maestros, personas que nos han inspirado o apoyado concretamente a llegar adonde estamos. […]
[…] excepción todos hemos tenido mentores, maestros, personas que nos han inspirado o apoyado concretamente a llegar adonde estamos. […]
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