Inteligencia cultural y por qué debería interesarte desarrollarla
En un mundo en el que el lugar de trabajo y otros espacios esenciales son cada vez más heterogéneos y diversos, ha llegado el momento de preguntarnos: ¿cuál es el papel de la inteligencia cultural y por qué debería interesarte desarrollarla como habilidad personal y profesional.
Gracias a la inteligencia cultural, las personas pueden no solo interactuar eficazmente con personas de otras culturas y en diferentes contextos culturales, sino también apreciar distinciones importantes y cómo éstas pueden influir en situaciones laborales y sociales entre colegas.

La inteligencia cultural es vital para tener buenas relaciones laborales- Photo Credit- Jacqueline Brandwayn- Unsplash
También denominada coeficiente cultural (CQ por sus siglas en inglés), la inteligencia cultural se ha convertido en un elemento vital para ayudar a las organizaciones a fomentar un entorno de trabajo más sólido, colaborativo y productivo. En el que empleados de distintas culturas mantienen mejores relaciones no sólo entre ellos, sino con clientes de todo el mundo. Al igual que las relaciones requieren un cierto grado de inteligencia emocional para prosperar, interactuar en un lugar de trabajo global, con personas que tienen diferentes puntos de vista, tradiciones y experiencias culturales, requiere inteligencia cultural.
¿Qué es la inteligencia cultural?
Un artículo de Christopher Earley y Elaine Mosakowski para la Harvard Business Review la define como “la capacidad natural de un extraño para interpretar los gestos desconocidos y ambiguos de alguien del mismo modo en que lo harían sus compatriotas”. En CQ: Developing Cultural Intelligence at Work, Earley se une a Soon Ang y Joo-Seng Tan y afirma que la inteligencia cultural es “la capacidad de una persona para adaptarse con éxito a nuevos entornos culturales, es decir, a entornos desconocidos atribuibles al contexto cultural”.
Earley y sus colaboradores afirman que la inteligencia cultural “retoma el hilo donde la inteligencia emocional termina” y se ocupa de personas y situaciones en entornos desconocidos.
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En los negocios, entre otros muchos beneficios, la inteligencia cultural permite mejorar las relaciones entre compañeros de trabajo, la comunicación con los clientes e incluso las ventas en algunos mercados. Ayuda a las personas a navegar las particularidades de cada cultura, lo cual propicia relaciones mejores y más abiertas, en las que individuos y su creatividad pueden prosperar.
¿Por qué es buena para las empresas?
La inteligencia cultural se ha convertido en un valioso recurso y muchas empresas buscan profesionales capaces de prosperar junto con sus equipos multiculturales. Los individuos con una elevada inteligencia cultural pueden propiciar el entorno necesario para impulsar la creatividad y la innovación en las empresas, gracias a su capacidad para incorporar diferentes recursos y múltiples perspectivas en lugares de trabajo multiculturales.
Forbes informa de que “los empleados que poseen un alto nivel de inteligencia cultural desempeñan un papel vital a la hora de reducir divisiones y brechas de conocimiento en una empresa: educan a sus compañeros sobre culturas diferentes; transmiten conocimientos a grupos que de otra forma serían dispares; ayudan a crear conexiones interpersonales y a simplificar los procesos interpersonales en una fuerza de trabajo multicultural.”
Las tres fuentes de la inteligencia cultural
La inteligencia cultural tiene tres componentes: el cognitivo, el físico y el emocional/motivacional. Aunque no todos los gerentes destacarán en los tres componentes, lo mejor que podemos esperar es algún tipo de equilibrio entre los tres. No funciona realmente con sólo dos de los tres, ya que cada elemento depende significativamente de los otros dos para poder tener éxito.
1Cabeza (cognitivo): Aprender sobre otras culturas además de la propia y dedicar tiempo a observar y sacar tus propias conclusiones no sólo sobre sus particularidades, sino también sobre sus similitudes. Aprender sobre tu cultura te ayudará a tener una visión más analítica que no siempre resulta natural para las personas del lugar.
2Cuerpo (físico): No basta con aprender sobre otras culturas. La forma en que actúas y te comportas a su alrededor puede decir mucho sobre tu disposición para entender otra cultura. De hecho, adoptar algunos de los hábitos y costumbres que les son característicos o que les distinguen puede ayudarte a desarrollar una pequeña comprensión de lo que significa ser como ellos.
3Corazón (emocional/motivacional): La confianza es un elemento clave para mantener la motivación. Debes sentirte lo suficientemente cómoda como para cometer errores y aprender de ellos en lugar de rendirte por miedo a decir o hacer algo incorrecto.
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Vivimos en una época donde la inteligencia cultural es fundamental- Photo Credit- Joel Muniz-Unsplash
Siete elementos importantes para desarrollar inteligencia cultural
1Autoconciencia: Comprende tus antecedentes culturales y reconoce tus prejuicios y suposiciones culturales. También deberías aprender sobre tu cultura y cómo la perciben los demás.
2Curiosidad: Observa con curiosidad todos los pequeños y grandes detalles que definen a las diferentes culturas. Lee sobre su historia y descubre su literatura. Busca diarios en línea, organiza una noche de cine con películas y series escritas/dirigidas/producidas por la comunidad sobre la que quieres aprender, y busca oportunidades para hablar con personas de otras culturas con una mente abierta.
3Compromiso: Desarrollar inteligencia cultural es comprometerse a seguir aprendiendo, a seguir creciendo y a darse el tiempo y la paciencia necesarios para comprender que estas cosas no suceden de la noche a la mañana. No siempre será sencillo y es importante no rendirse.
4Flexibilidad: Las nuevas experiencias culturales te obligan a adaptarte y ajustarte a nuevos escenarios. Tendrás que ser flexible para remodelar e integrar en tu propia identidad lo que aprendas. Además, las cosas no siempre irán según lo planeado, así que déjate llevar por la corriente.
5Apertura: Estar abierta a conocer gente, comer nuevos alimentos, ir a nuevos lugares, experimentar nuevos sabores y sensaciones. Ábrete a ver las experiencias desde otros puntos de vista, dejando de lado los tuyos. Intenta ver las cosas desde su perspectiva sin filtrarlo todo a través de tu propia experiencia cultural.
6Relaciones: Entabla relaciones estrechas con personas de otras culturas. Al igual que no hay nada como ver un lugar desde la perspectiva de un local, experimentar una cultura a través de alguien que esté dispuesto a compartirla contigo puede proporcionarte un mayor entendimiento y ayudarte a desarrollar tu inteligencia cultural
7Humildad: Acepta que no lo sabrás todo y que es probable que cometas algunos errores mientras te esfuerzas por desarrollar una inteligencia cultural más sólida. Asegúrate de que estás prestando atención y aprende de los errores sin perder la motivación.
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