Estereotipos de mujeres en la sociedad. Detéctalos para dejarlos atrás
Querramos o no los estereotipos de mujeres en la sociedad interfieren en tus oportunidades de crecimiento personal y profesional. Detéctalos para dejarlos atrás.
A pesar de que hoy en día la mujer representa casi la mitad de la fuerza laboral (sobre todo en países como Estados Unidos) seguimos estando atadas a viejos estereotipos que nos llenan de culpa y limitan nuestras oportunidades. Hoy vemos dos estereotipos de mujeres en la sociedad para que puedas sacudírtelos de encima.

Había una vez una princesa que se salvó sola- Photo Credit: Athina Lehmann
Cómo darte cuenta de los estereotipos de mujeres que te frenan
En cada cultura hay estereotipos que guían nuestras acciones con frecuencia de manera inconsciente. Y si bien existen numerosos estereotipos de mujeres en la sociedad, en este artículo nos ocupamos de dos en particular.
1Primer estereotipo: La mujer/madre/esposa
Este primer estereotipo ubica a la mujer como ama de casa y en un segundo plano respecto al marido. Una mujer que debe casarse y tener hijos. Tiene un rol de madre, cuidadora, sumisa. Dependiente de un hombre y mantenida por él. Si trabaja, debe ganar menos dinero que su esposo/pareja. Por supuesto, es una mujer heterosexual. Es una mujer procreadora que debe poner el trabajo por detrás de sus obligaciones de madre, esposa y ama de casa. Es quien dedica más tiempo a los quehaceres domésticos y a la atención de hijos y ancianos.
La mujer femenina, biológicamente determinada, que se realiza como mujer en tanto es madre, y preferentemente, madre abnegada. Ojo!! No hagamos coincidir mujer y madre. No es condición obligatoria ser madre para ser mujer. Pero estos roles tampoco se excluyen.
2Segundo estereotipo: Mujer independiente/trabajadora/soltera
En este caso, oponiéndose al anterior, la mujer intenta liberarse de tantos siglos de dominación y pasa al otro extremo. Esta mujer pone en primer lugar su trabajo. No le importa casarse o juntarse si eso le impide progresar. La vida en pareja la distrae. No quiere tener hijos porque está enfocada en su carrera profesional. Hay una incompatibilidad entre ser esposa / madre y su carrera.

Los cuentos infantiles perpetúan estereotipos de mujeres en la sociedad. Photo Credit: Robyn Budlender- Unsplash
Peligros de los estereotipos de mujeres en cuentos infantiles
Estos estereotipos, tal vez un poco extremados en su descripción, nos afectan aunque no nos demos cuenta. No son conscientes pero están ahí, manejando nuestras vidas tras bambalinas. Una de las maneras en que incorporamos estos estereotipos es a través de los cuentos infantiles que nos leen desde antes de que aprendamos a leer y escribir.
Pensemos en los clásicos. Por ejemplo: Blancanieves o Cenicienta. Hay una mujer ingenua, buena, crédula, a la que le pasa algo terrible. Un embrujo o una maldición que generalmente fue realizada por otra mujer que es malvada, bruja o madrastra. La mujer ingenua debe ser rescatada por un hombre, probablemente un príncipe, que la saque del letargo, o del embrujo, y la lleve al palacio para desposarla y convertirla en princesa.
Esos cuentos que nos contaron y que contamos están en la cultura aún cuando aparezcan en el camino otros cuentos. Estas imágenes tienen mayor incidencia en nuestras vidas justamente porque no somos conscientes de ello. No nos damos cuenta que nos empujan a cumplir roles que quizás en la vida diaria, en esta época, ya no coinciden con los que cumplimos o quisiéramos cumplir.
¿Cómo detectar estos estereotipos?
Después de milenios de haber estado en casa, hoy en día debemos hacer un esfuerzo por aceptar como natural los roles que tenemos como mujeres y profesionales. Nos cuesta no caer otra vez en el viejo estereotipo. Como si la mujer tuviera que elegir entre ser madre y desarrollar su carrera mientras que a los hombres no les pasa lo mismo. A nadie se le ocurriría decirles que deben optar entre desarrollarse profesionalmente o ser padres.
Para detectar estos estereotipos y alejarte de ellos, te sugiero te hagas estas preguntas:
- ¿Debes auto convencerte de que no eres una mala madre por quedarte después de hora en la oficina? ¿O por aceptar viajar por trabajo y estar fuera de casa?
- ¿Te genera ansiedad llegar a casa más tarde que tu marido/pareja?
- ¿Te sientes mal porque ganas más que tu marido/pareja?
- ¿Te sientes incómoda cuando tu marido/pareja debe ocuparse por varios días de los hijos, de la casa o de algún padre mayor?
Si tu respuesta es afirmativa a alguna o varias de estas preguntas, es buen momento para hacerte consciente de que te están afectando viejos estereotipos.
Recuerda lo siguiente: Si bien el patriarcado lleva varios milenios entre nosotros, las sociedades no han sido siempre patriarcales. De hecho, a sus inicios, la sociedad era matriarcal.

Estereotipos de mujeres en la sociedad- madre- Photo Credit: San Da Silva- Unsplash
Nosotras también mantenemos el estereotipo
Nosotras somos parte de ese modelo, y quienes ayudamos a mantenerlo. Sostenemos los estereotipos que nos perjudican y funcionamos automáticamente con ellos.
Para verificar si colaboras en que estos estereotipos se perpetúen, te propongo que respondas estas preguntas:
- ¿Qué opinión tienes de las mujeres que mantienen a sus maridos?
- ¿Qué opinas de las que dejan que el hombre se ocupe de la casa y de los chicos, mientras ellas trabajan?
- ¿Qué comentarios has hecho en los últimos meses de colegas, conocidas o amigas con hijos pequeños que viajan por trabajo un alto porcentaje del tiempo?
Ponte una mano en el corazón, y responde con honestidad. Es bien probable que dada la educación y cultura en Latinoamérica, en algún momento hayas criticado a esas mujeres. Y que cuando una conocida te cuenta que está en esa situación, te parezca que su marido es un “mantenido” o que tendrá algún problema por el cual no consigue trabajo. Con esto quiero mostrar que el estereotipo cala muy hondo.
La verdad es que muchas veces somos nosotras quienes nos sentimos incómodas con esos roles “nuevos”, mientras que nos resulta natural que los hombres viajen, mantengan a sus familias y ganen más que sus esposas. No es que lo hagamos a propósito, pero lo hacemos aun sin darnos cuenta.
O sea: no es un modelo sólo sostenido por los hombres, que pretenden dominar a una mujer. Es un modelo instalado en la cultura. Y nosotras somos parte del mismo.
Este artículo te puede ayudar a cuestionarte tus propios prejuicios.
Veamos el otro estereotipo
La contrapartida del modelo anterior, es la mujer fuerte, trabajadora, que puede ocupar el mismo rol que el hombre. Quien no necesita del hombre para vivir, ni quiere tener hijos para que no la detengan en su carrera profesional. Este también es un estereotipo negativo que no nos sirve. Es un estereotipo que dice “la mujer es igual al hombre”. Y no. Somos diferentes, lo cual no nos hace mejores ni peores. Una mujer es ante todo un ser humano. Inmersa en la cultura y afectada por la misma. Tenemos nuestras debilidades, preferencias, fortalezas y derechos.
Mira este ejemplo de una mujer que está en un trabajo generalmente asociado a los hombres.
Hacia otros paradigmas. Otros cuentos
¿Cómo ir revirtiendo estos estereotipos de roles femeninos y masculinos que funcionan hace miles de años? Es hora que nosotras dejemos caer nuestros propios estereotipos que nos anclan en mujeres que ya no existen. Aceptar la convivencia de distintos modelos. Podemos elegir. Como si fuera una receta, podemos mezclar más o menos ingredientes de cada modelo.
Lo importante es empezar a contarse nuevas historias (como están haciendo ya compañías como Disney) y a encontrar nuevos cuentos para nuestros hijos de manera de construir una nueva sociedad juntos. Historias de mujeres que se juegan la vida por sus ideales. Quienes no necesitan que un hombre las salve, sino que son capaces de auto empoderarse.

Estereotipos de mujeres- la mujer independiente. Photo Credit: Karen Zeng- Unsplash
Encontrando tu propio modelo
Te propongo que hagas tu propio listado de “ingredientes”, tratando de desmenuzar cuánto tienes de cada modelo. Así podrás armar tu propio “blend” para construir tu modelo único y singular que puede ir cambiando con el paso del tiempo o de las etapas de la vida. Es decir los ingredientes no son estáticos.
Es importante salir de la binariedad: O este modelo o aquel. Estamos tironeadas por estos dos modelos: el de la madre, quien se ocupa de la casa y los hijos, y el de la mujer independiente, trabajadora, que desarrolla su carrera y pareciera despreocupada de sus hijos, si los tiene. Parecen dos modelos excluyentes pero son 2 modelos que conviven. No hay razón por la cual debas optar por uno o por otro.
- Hay madres con carreras profesionales.
- Hay mujeres profesionales que no quieren ser madres.
Encontrar el balance propio, en cada momento de tu vida, es fundamental para no dejarte influenciar por estereotipos ya armados, pret a porter.

Puedes crear tu propio modelo de mujer sin atarte a los estereotipos
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