¡En sector tradicionalmente masculino, necesitamos más mujeres como ella!
En Estados Unidos sólo el 5.1% de los directores de cine y 14% de los de televisión son mujeres. En un sector tradicionalmente masculino, Rosemary Rodríguez es una de las pocas directoras exitosas que abren el camino para que muchas más puedan cumplir sus sueños.
¿Viste cuando te gusta tanto una película que cuando termina te quedas leyendo cada uno de los créditos? Eso es exactamente lo que me pasó después de ver el episodio “El Uno Porciento” de The Good Wife. Me gustó tanto que me quedé pegada a la pantalla esperando a ver quién lo había dirigido. ¡Me sorprendió gratamente ver que era una mujer: Rosemary Rodríguez! Se podría pensar, dado que la protagoinsta del show es una abogada intentando navegar la política, una de los campos más dominadas por hombres, que The Good Wife tendría muchas directoras invitadas. Pero no, Rosemary es la excepción y no sólo en este show.

Rosemary Rodriguez se destaca en un sector tradicionalmente masculino como directora de cine y TV. Es una de las honradas en nuestro Salon de la Fama 2017.
El mundo del espectáculo (cine y televisión) es un sector tradicionalmente masculino. Durante la temporada 2013-2014, el 69% de todos los episodios de televisión fueron dirigidos por hombres blancos, 17% por hombres pertenecientes a minorías y 12% por mujeres blancas. Y sólo el 2% de los directores de episodios de televisión son mujeres de minorías.
Una profesional amable, honesta y trabajadora, Rosemary Rodriguez nació en Boston, creció en New Hampshire y se casó con Néstor Rodríguez, un comediante y presentador de radio. (De ahí su apellido.) Irradia ambición y generosidad por partes iguales. Alguien que persigue grandes sueños con los pies firmemente plantados en la realidad. Alguien con una pasión por su arte a quien aún, incluso después de una carrera increíble, le resulta difícil sentirse merecedora de su éxito.
Rosemary ha dirigido episodios de algunos de los programas más populares de la TV: The Good Wife, White Collar, The Walking Dead, Rescue Me (la primera mujer contratada por cinco temporadas), Vegas, Hawthorne, Elementary y muchos, muchos otros. También ha escrito, producido y dirigido dos películas independientes: una estrenada en Sundance: “Acts of Worship” y la otra nominada al Oscar: “Silver Skies“.
Hoy honramos a Rosemary Rodriguez en el Salón de la Fama del Red Shoe Movement.
Las mujeres en un sector tradicionalmente masculino rompen el molde
A menudo las industrias dominadas por hombres han permanecido así debido a la percepción de que requieren fuerza física. Sectores como la construcción o el transporte, por ejemplo. Pero ¿la dirección de una película? ¿Por qué sigue siendo un sector tan masculino?
Si nos fijamos en la historia de la industria cinematográfica, las mujeres fueron las primeras en ganar dinero. Alice Guy-Blache dirigió la primera película narrativa, y Lois Weber fue una autora del calibre de DW Griffith, pero, en comparación, sólo unos pocos han oído hablar de ella. Tan pronto como las películas comenzaron a convertirse en un medio popular y se podía hacer dinero con ellas, entraron los muchachos e hicieron a un lado a las mujeres. Es una de las industrias que más dinero hacen y una de las mayores exportaciones de nuestro país. Pero por lo general, cuando se puede ganar dinero, a las mujeres las echan a un lado.
He leído en entrevistas que algunas ejecutivas dicen que las mujeres no quieren liderar a 200 personas y a un equipo en una gran producción. Tratan de excusar la razón de la falta de directoras, pero eso no es cierto. Todas las directoras que conozco disfrutarían de la oportunidad de hacer una gran película de Hollywood. También hay un mito de que no hay suficientes directoras. Hay un montón de directoras, pero muchas están desesperadamente subempleadas.
Otro ejemplo de una mujer en un trabajo históricamente masculino
¿Qué te atrajo a este campo?
Crecí en New Hampshire viendo películas en la televisión después de la escuela. Siempre me sentía atraída por las viejas películas de Hollywood. Recuerdo que la primera que vi fue Serpico, y me encantó. Me atraían las películas de los años 70 con su costado realista. En ese momento no sabía que quería hacer películas, simplemente las amaba.

Rosemary Rodriguez, cuando más fuerte se siente es en el set de dirección, una de las pocas directoras en un sector tradicionalmente masculino.
¿Cómo se diferencia tu manera de ver las cosas de cómo las ve un hombre? ¿Hay una ventaja de ser una de las pocas directoras que tiene trabajo?
No estoy segura de que haya una diferencia en la forma de narrar historias entre hombres y mujeres. Pero hay una diferencia en el modo de trabajar. La manera en que me conecto con el equipo y los actores es una prioridad para mí. Necesito protegerlos, reconocer lo arduo que trabajan, y tratar de hacer su trabajo más fácil. No creo que esa sea una estilo masculino de trabajar.
La ventaja, si la hay, es estar en posición de inspirar y ayudar a otras mujeres que trabajan y quieren trabajar en esta industria. También trato de dar un ejemplo y ser una mujer que contrata a otras mujeres.
¿Hay una explicación para la falta de diversidad en el sector?
Los que hacen las contrataciones son blancos. Al final del día los muchachos contratan a la gente con la que quieren ir al bar y tomar una copa. Al igual que en otros sectores tradicionalmente masculinos, quienes toman decisiones buscan personas que tengan los mismos intereses, que se les parezcan y suenen como ellos. Es aterrador ir más allá de lo que te resulta cómodo y con lo que estás familiarizado, y cuando hay dinero de por medio la gente evita tomar esas decisiones. Es una mala ecuación cuando la gente piensa que es arriesgado contratar a una mujer o un director de una minoría.
En términos numéricos, cada vez se puede hacer más dinero con las minorías, pero eso todavía no se compara con lo que se puede hacer con la población en general, por lo que los ejecutivos apuestan a lo seguro.

Rosemary Rodriguez nos inspira rompiendo estereotipos de género
Superar los estereotipos de las industrias dominadas por hombres
¿Cuáles fueron los obstáculos más difíciles que tuviste que superar para ser aceptada en una de las industrias más masculinas?
Una vez tuve una reunión con una ejecutiva de un estudio televisivo. Me preguntó qué show me gustaría dirigir. Cuando se lo dije, ella me contestó, “Lo siento, ya tenemos nuestro cupo de minorías cubierto para ese programa”. Desde su perspectiva, tienen un solo lugar para una minoría. Desde mi perspectiva, sólo quiero estar en su lista de grandes directores.
Ese es uno de los mayores obstáculos: Ser contratada por mi trabajo en vez de ser puesta en un lugar reservado para cumplir con la cuota de diversidad. En este punto de mi carrera, creo que todavía sigue ocurriendo algo de eso cuando me contratan pero mucho menos que antes. Esta es una industria difícil para todos, pero sé que me tomó muchos más años lograr que mi trabajo fuera apreciado de lo que le habría tomado a un hombre.
¿Quién te dio la primera buena oportunidad?
Conseguí la chance de dirigir gracias a que John Wells (ER, West Wing, Third Watch) tenía una beca para ayudar a mujeres y directores de minorías a pasar de dirigir cine a dirigir TV. Le debo toda mi carrera a él y a su compañía. La primera persona que me contrató para un episodio bajo este programa fue el productor ejecutivo Christopher Chulack.

La empatía con su equipo y los actores es uno de los aspectos que distingue a Rosemary Rodriguez como directora de cine y TV.
¿Estás incorporando más ejemplos de diferencias culturales y diversidad de género en tu trabajo?
Lo estoy intentando. Lo primero que hice fue escribir, dirigir y producir un largometraje, Acts of Worship, para darle voz a alguien que vive en los márgenes. Es una película sobre las realidades de la adicción a las drogas, no la versión glamorosa de la enfermedad que solemos ver en las películas.
Mi nueva película, Silver Skies, trata sobre las personas mayores, porque a las personas mayores, al igual que a las mujeres, también se las deja a un lado. En nuestra sociedad, cuando envejeces, no tienes más valor, y eso no es cierto. Además, en el casting de un programa de televisión siempre intento contratar a actores que no sean los “típicos”.
The Good Wife, un popular programa de televisión, se ha convertido en la voz del nuevo feminismo. Un show que discute abiertamente las dificultades de éxito profesional que enfrentan las mujeres.
Has ha dirigido numerosos episodios de un programa amado por millones de mujeres. ¿Cuál dirías que son tus contribuciones más valiosas al programa?
La idea de ser una niña buena y hacer lo correcto, es algo que nos persigue a todas. Cómo te perciben y cómo evitar vivir a la sombra de un hombre. Me fascinan las áreas grises que el personaje navega en el mundo de los negocios y que ella tenga que decidir constantemente lo que está bien y lo que está mal. Tengo mucha experiencia navegando situaciones morales y éticas como las que enfrenta el personaje, Alicia Florrick. Es emocionante porque siento que he hecho un camino similar.
¿Cómo llegaste a ser parte de este programa?
Juliana Margulies consiguió que dirigiera el show. Ella es una mujer increíble, leal y una buena amiga. Desde la primera temporada, me dijo que quería que yo fuera directora del show y lo logró. Ella me cuidó. Para mí, que otra mujer me de una oportunidad tiene mucho peso y significado. Nos divertimos mucho trabajando juntas. Creo que me siguen pidiendo que regrese porque la escritura es intuitiva y audaz, y así soy yo.

Rosemary Rodriguez es un ejemplo para otras mujeres que desean trabajar en este sector tradicionalmente masculino.
Dirigiste el episodio “The One Percent”, que trata sobre una mujer CEO que fue despedida de su empresa. ¿Cómo fue dirigir ese episodio?
Como con cualquier guión, intento conectarme con él. Soy muy abierta y honesta. Pude conectar con la historia de una mujer CEO que es maltratada y despedida. En el mundo real, te enfrentas a gente que te maltrata, te habla mal, te desprecia y desprecia tu trabajo. Para mí, cualquier guión que me dé una salida para expresar esas frustraciones me da la oportunidad de largar todo eso de una manera saludable.
¿Crees que un programa como The Good Wife puede contribuir a cambiar la narrativa pública sobre la paridad de género en el lugar de trabajo?
Si, absolutamente. Lo interesante es tener un personaje femenino que es fuerte y hermoso. Nunca se percibe ni se cuestiona si ella puede hacer su trabajo a pesar de que tiene niños. Y esa percepción negativa está irritando al mundo en este momento.
Durante unos años luchaste contra la adicción a las drogas. ¿Dónde encontraste la fuerza y el apoyo para superar ese momento tan difícil?
Hay un concepto erróneo de que cuando eres drogadicto puedes parar cuando quieras. La verdad es que eres suicida, quieres morir, no puedes decir que no.
Estuve desamparada por tres años en la ciudad de Nueva York viviendo como una cucaracha, robando en tiendas, usando heroína.
Perdí el contacto con mi familia. Mis amigos no me dejaban quedarme en sus casas porque les robaba. Estaba realmente en la calle.
De repente me desperté en una sala de emergencia y me di cuenta de que no quería morir, que siempre tuve un sueño de ser directora. Me mudé de la ciudad de Nueva York a la Florida y me mejorando de a poco. Comencé a ponerme las pilas cuando conocí a alguien que vino de NYC de vacaciones. Nos enamoramos. Nos vimos cuatro veces más y a la quinta vez nos casamos.
Mira, cuando llegas al otro lado de la drogadicción y conoces a alguien que te trae de vuelta a tu sueño, no creo que nuestro encuentro fuera una coincidencia. Creo que en mi vida hay mucha gracia.
Cuando lo conocí, supe que quería regresar a Nueva York y volver al mundo del cine. Nos tomó 8 años. Invertimos todo nuestro dinero en una película sobre drogadictos, porque esa era mi pasión. No sé cómo sucedió, pero mi película fue a Sundance. Y eso fue todo. De repente, me convertí en directora.
Una directora es una narradora. ¿Cómo usas tu propia historia de vida para conectarte con los personajes y con los actores que los interpretan?
Mi ego no se interpone en el modo de contar una buena historia. No importa quién trate de derribarme, nadie puede quitarme eso. Ese es mi propósito y para eso me pusieron en esta tierra: para contar grandes historias a través de la dirección. Cuando estoy en el set de dirección es cuando soy más fuerte. Tengo claridad mental. Soy decisiva y clara.
Puedes seguir a Rosemary Rodríguez en Twitter
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