Ansiedad: qué la provoca y cómo combatirla en esta época
Estamos en un momento inédito en la historia de la humanidad. Un momento que nos exige cuidarnos y en la mayoría de los casos aislarnos. Hoy conversamos sobre ansiedad: qué la provoca y cómo combatirla.
Es la primera vez en la historia que ocurre una pandemia con un virus de tan rápido contagio y larga incubación en plena globalización. Nos puede tocar a todos. No hace diferencias.
Hay tantos temas por los cuales la gente muere de a miles, pero como nos parecen problemas de otro país o región nos sentimos a salvo. Si recordamos la foto que circuló hace un par de años de un pequeño de muerto en brazos de un rescatista en las costas del Mediterráneo, nos conmovió a todos durante unas semanas y luego nos olvidamos. La imagen tuvo la osadía de penetrar nuestra cotidianeidad y sin embargo no nos consumió más que unos minutos de impresión en nuestras vidas. Pronto esa muerte como la de tantos miles de otros refugiados que siguen muriendo en el mar se olvidan y dejan de ser noticia. Lo mismo pasa con guerras, hambrunas y muchas otras enfermedades como el ébola que están restringidas a zonas alejadas de nuestras casas.
Este virus, que los primeros días podía creerse que era sólo de un pueblito alejado de China, en poco tiempo se expandió por el mundo. Y tiene la particularidad que nos iguala a todos. (En la Argentina, por ejemplo, el primer caso que tuvimos, fue de un pasajero que había venido de Milán en primera clase). De este virus no nos salva la billetera, el lujo, ni mirar para otro lado. Esto tiene muchas implicancias.

Entender que provoca la ansiedad te ayudara a dominarla. Photo Credit- Priscilla Du Preez. Unsplash
Hablemos de la ansiedad: qué la provoca y cómo combatirla
Cuando hablamos de ansiedad, es bueno explorar qué la provoca y cómo combatirla, ya que entender lo primero te hará encontrar soluciones ajustadas a tu situación. Aquí revisamos 7 situaciones que provocan ansiedad y qué puedes hacer al respecto.
1Sentir que cualquiera es una amenaza
En primer lugar una fuente de ansiedad es que cualquier persona puede ser una amenaza y contagiarme. No sé dónde está el enemigo, es un microbio invisible que tiene en jaque a la humanidad entera.
2Sentir que no tienes control de la situación
Mucha gente siente ansiedad como respuesta a pensamientos como: “No puedo controlarlo”. Es decir, la idea de que no puedes controlarlo simplemente porque no lo ves. Estos últimos días, muchos de mis pacientes expresaron esta inquietud. Si este es tu caso, te recuerdo que la idea de tener las cosas bajo control, no es más que una ilusión. Nunca se tiene el control absoluto de todo. Siempre hay un margen de error y de azar que nos hace susceptibles de que las cosas fallen. Cuando ésta ilusión estalla contra una realidad indiscutible que nos saca de esa fantasía, nos pone ansiosas eso que no está bajo control. La ilusión que se rompe y se nos hace indisimulable, es que es imposible tener el control absoluto. Nunca, de nada. Sólo que hasta ahora no lo veías con claridad. Por lo tanto, déjate llevar por las indicaciones que den las autoridades, y ve paso a paso sin intentar planificar nada ni siquiera a mediano plazo. Esta situación va cambiando minuto a minuto y habrá que adaptarse a lo nuevo.

Entiende que provoca la ansiedad para limitar estas situaciones
3Sentir incertidumbre por el futuro
También la incertidumbre genera ansiedad. Pero es un momento para tener paciencia, y no intentar anticiparse a nada. O sea, como te decía antes, manéjate de minuto a minuto. No sabemos bien cuándo terminará la cuarentena, ni en qué situación quedaremos. Por el momento es importante pensar en las acciones y proyectos del día y de los próximos 2 o 3 días. Poner en marcha toda la creatividad y recursos de cada uno.
Si hasta ahora eras una persona a la que le gustaba tener toda su agenda planificada, con mucha anticipación, aprovecha para “romper” tus esquemas, tus planes de largo plazo, tu planificación exacta. Quizás puedas utilizar esa habilidad para el orden, organizando tus closets, cajones, libros, la habitación de los chicos, o las alacenas.
En cuanto a los próximos días de tu vida, tendrás que amigarte con esa incertidumbre ya que no es posible hacer otra cosa.

Ordenar closets en esta época de encierro puede ayudarte a controlar tu anseiedad. Photo Credit- Dhruv Patel. Unsplash
4Tener un exceso de información
Hay que tener sumo cuidado con el exceso de información. Sobre todo la que llega de medios no oficiales. Todos tenemos muchos chats al que nos llegan videos o audios, algunos parecen científicos, otros son cómicos. Nos bombardean con información. En algunos casos nosotras mismas vamos a buscarla a Internet. Ese exceso enloquece. Porque además con frecuencia es información falsa o contradictoria.
Te sugiero que limites la información a la que dan los canales oficiales de tu país como las de de los ministerios de salud. Si no confías en ella, puedes entrar en la página de la OMS. Y sólo infórmate en determinado horario, o quizás a la mañana unos minutos y otros tantos a la noche y luego desconéctate.
El coronavirus termina infectando todo, no sólo físicamente, sino mentalmente. Si se lo permites te tomará la vida entera. Aunque te tientes de mirar una y otra vez las redes o la TV a ver las noticias, trata de evitarlo. Más información no te va a beneficiar. Y también evita reenviar mensajes que te lleguen de unos chats a otros contactos.
5Formular ideas apocalípticas
Ante toda esta situación nueva para todos, se pueden disparar ideas apocalípticas. Tal vez no sea tu intención, pero cuando ves que tu vecino compró comida para estar 6 meses en un bunker, o ves que el supermercado de tu barrio tiene las góndolas vacías, empiezas a pensar que quizás efectivamente el apocalipsis esté a la vuelta de la esquina.
Mantén la calma. No estamos ante la Tercera Guerra Mundial y el fin del mundo. Es importante que te abastezcas sabiendo que vas a poder salir nuevamente en unos días. Te reitero que si sigues en dudas y no sabes si confiar en tu criterio, vuelve a las fuentes. A las páginas oficiales o de la OMS.

Sobreestimar o subestimar la situacion es igual de peligroso. Photo Credit-John Cameron. Unsplash
6Sobreestimar o subestimar la situación
Otra de las cosas que genera ansiedad es no poder darle el valor justo a lo que está pasando cuando no entendemos muy bien de qué se trata. Confiemos en que en cada país debería haber un comité de expertos asesorando a las autoridades para tomar decisiones, y lo mismo está ocurriendo a nivel mundial.
No se trata ni de sobreestimar la situación, creando una película apocalíptica, ni de subestimarla al punto de poner en riesgo tu vida y la de los demás. Si te orientas por las medidas que expiden las autoridades de tu país, la ansiedad bajará enormemente. No eres tu quien tiene el poder de decisión en este momento. Delega esa responsabilidad en quienes entienden del tema. Sólo acata sus recomendaciones y utiliza el sentido común y criterio de realidad. El abastecimiento va a estar garantizado.
7Sentirse arrastrada por la vertiginosidad del momento
Otro motivo de ansiedad es la rapidez con que se generan los cambios. Entre la incertidumbre, lo desconocido, el encierro, parecería que nada colabora para calmarte. Cuando hay vientos fuertes, los árboles que sobreviven son los más flexibles. Los más rígidos probablemente se quiebren.
El flujo de noticias es constante y no siempre son coherentes. Hay marchas y contramarchas. Puede que hace dos días estabas en tu oficina, y ahora estás haciendo home office, y mañana te den licencia. Todos nos vamos teniendo que adaptar todo el tiempo. A veces tienes la fantasía de que sólo a tí te cuesta adaptarte. Y esto no es así. En mayor o menor medida a todos nos cuestan estos cambios. Lo que debes saber es que en cuanto te quieras aferrar a los esquemas anteriores, vas a pasarlo peor.
He atendido pacientes en forma presencial por mucho tiempo, y en los últimos días ante las medidas que tomó el gobierno, les fue imposible trasladarse. Les ofrecí atenderlos por teléfono, por Zoom, FaceTime o cualquier otra plataforma virtual. (Esta es la manera en que yo hago trabajo remoto). Muchos aceptaron la propuesta de inmediato y algunos decidieron esperar porque aún no se sienten preparados para ello. Es respetable. Piensa tú cuán permeable eres a los cambios. Lo nuevo, para algunos, es un monstruo inaccesible. Prueba ir de a poco aceptando el desafío de hacer algo que nunca habías hecho. Tal vez te sorprendas al ver que no era tan difícil. Y el monstruo no fuera más que un mecanismo de defensa tuyo para aferrarte a modelos rígidos.
Este puede ser un gran momento para descansar. Es como si el mundo se hubiera parado un rato, y nos diera la posibilidad de mirarnos a los ojos con el otro, o mirarnos al espejo. Reflexionar sobre el rumbo en el que está nuestra vida y el que queremos que siga. Pensemos en las cosas que nunca hemos dicho, y a quiénes nos gustaría decirle algo. Imaginemos qué cosas nos hubiera gustado hacer y no hicimos, pero estamos a tiempo. Es una oportunidad para aburrirse. Sí, aburrirte te permite que aparezcan ideas, que puedas crear.
Si bien no sabemos cuánto tiempo llevará este aislamiento, no va a ser eterno. En algún momento nos volveremos a reunir con otros, volveremos a abrazar, a besar. Y tal vez, en ese momento, revaloricemos esos gestos tan pequeños y tan enormes. Tal vez en ese momento hayamos encontrado en nosotras mismas, habilidades que desconocíamos. Tal vez en ese momento, un cuadro pintado por nosotras cuelgue de nuestra pared. Tal vez en ese momento, hayamos hecho amigos impensados, pero que ante esta crisis se preocuparon por nosotras, o viejos amigos que recontactamos. O salgamos más sabias, más cautas, con algunos cambios de hábito permanentes, dándole valor al tiempo de ocio.
Hay tanto por hacer…

Se flexible a las marchas y contramarchas. Photo Credit-Mahkeo. Unsplash
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[…] Así que se irá construyendo sobre la marcha todo un manual de etiqueta digital, al igual que nuevas patologías se incluirán en el catálogo. A cambio de retiros ‘espirituales’ habrá que tomar más y […]
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[…] Es fundamental que puedas hacer la diferencia entre aislamiento y encierro. Es verdad que por la cuarentena, estamos aislados físicamente la mayor parte del tiempo, pero no estamos encerrados. Es muy probable que, dependiendo de la ciudad en la que estés, puedas salir a comprar comida, o medicinas tomando los recaudos pertinentes. En cambio, el sentimiento de encierro puede conllevar más ansiedad. […]
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