12 Maneras en que las mujeres perpetúan el machismo
Casi todas las mujeres sabemos intuitivamente qué es el machismo. Lo que pocas admitimos es cuán machistas somos.
Así como lo oyes. Las mujeres han colaborado con la educación y socialización de generaciones y generaciones de hombres perpetuando el machismo en los mensajes, valores y actitudes que les transmitieron a sus hijos. Aun hoy en día continúan contribuyendo a ese mismo machismo que tanto las afecta ¡y del que tanto se quejan! Y si bien es cierto que es difícil romper con las estructuras de poder que apoyan la continuidad del machismo, (tema de un futuro artículo) hoy me enfoco en cómo las mujeres contribuyen a que siga existiendo.
¿Qué es el machismo?
Según la Real Academia Española el machismo es la actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres. Claro, el diccionario no dice nada de cómo las mujeres internalizan el machismo luego de años de crecer en sociedades machistas y en algún momento lo convierten en una agresión contra sí mismas.
Y antes de que digas “yo no soy machista” te muestro 12 maneras en que las mujeres eternizamos el machismo aun cuando no nos damos cuenta de ello.
12 Maneras en que las mujeres contribuyen a continuar una cultura machista
1Esperar que tu pareja te proteja. Cuando buscas protección asumes que por ser mujer eres débil y él por ser hombre es fuerte. Pones a ambos sexos en una situación de disparidad que no es “natural” para ninguno de los dos sino que es un estereotipo machista aprendido desde muy temprano.
2Asumir que tu pareja debe garantizar la estabilidad financiera del hogar. ¿Por qué es esta una responsabilidad que recae en el hombre y no en ambos? O en la mujer, si la etapa de la vida por la que la familia está atravesando así lo requiere.
3Dar por sentado que tú eres la responsable de la casa y los hijos. ¿Por qué no plantearte una responsabilidad compartida? Al continuar asumiendo este rol sin cuestionarlo, refuerzas el estereotipo machista que dice que los quehaceres hogareños y la familia son un “trabajo de mujer”.
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4Atender siempre tú a tu pareja. Esto incluye servirle primero en la mesa, ofrecerle comida, prepararle la ropa todas las mañanas. Nadie dice que no puedas tener estos gestos generosos con él. Pero para que no sea una actitud que refuerce el machismo asegúrate de que es algo recíproco y él también tiene estas atenciones contigo.
5Ofrecerte siempre tú para hacer el café en la oficina. O cualquier equivalente que te ponga en posición de apoyo y no de visibilidad. Aquello que permita que los hombres de tu empresa se luzcan mientras tú permaneces escondida, no te favorece. Es una vieja idea machista con la cual es mejor no colaborar.
6Asumir que mereces sólo lo que te ofrecen. Es probable que tengas tan internalizado el mensaje de que tu jefe te dará lo que mereces que no negocies tanto como pudieras. Está estudiado que dado el mismo puesto las mujeres piden menos salario que los hombres.
7Comentar sobre mujeres exitosas “vaya a saber con quién se acostó para conseguir ese puesto”. O cualquier comentario similar. Cada vez que tu descuentas la capacidad de otra mujer para haber llegado al puesto que tiene, estás perpetuando el machismo. Esa idea que sólo los hombres llegan por mérito y las mujeres porque usan el sexo como herramienta para conseguir promociones.
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8Hacer comentarios críticos sobre mujeres que no usan maquillaje. Seamos sinceras, los hombres no se maquillan y a nadie se le ocurriría decir que se ven mal por esa razón. Si no quieres seguir apoyando el machismo, evita hacer este tipo de observaciones sobre todo en forma pública.
9Criticar a las mujeres que eligen mantenerse solteras o sin hijos. Vivimos en una época en que la mujer puede elegir el estilo de vida que mejor le convenga. Para muchas, casarse y tener hijos no es lo que las hace felices. ¿Por qué forzarlas a continuar con una tradición impuesta por el machismo hace siglos? No las juzgues. Vive tu vida y deja a cada una vivir la suya.

Pensar que tú eres la única responsable del hogar y la familia es una de las maneras en que perpetúas el machismo
10Criticar cómo descuida su familia una mujer es exitosa. No se nos ocurre juzgar a los hombres exitosos porque trabajan largas horas, viajan y tienen serias responsabilidades que a menudo no les permite estar con su familia tanto como quisieran. ¿Por qué no tratamos a las mujeres exitosas de la misma manera? ¿Por qué les hacemos pagar un precio tan alto por su éxito?
11Mandar mensajes opuestos a tus hijos e hijas. Son tantos los mensajes (verbales y no verbales) que perpetúan el machismo que les puedes estar dando a tus hijos e hijas que sólo te doy algunos para que te mantengas alerta:
- Educar a las hijas para que atiendan a sus hermanos.
- Pedirles sólo a las niñas que laven los platos o pongan la mesa.
- Exigirles a las niñas que se comporten bien y estén siempre limpias y bien vestidas.
- Castigarlas cuando se ensucian o rompen las reglas.
- Prohibirles salir si no es con un hermano que las supervisa.
- Penalizarlas cuando dicen malas palabras.
- Minimizar la importancia de sus opiniones.
- Pagarles a los niños por los quehaceres —lavar el auto, cortar el césped— y nunca a las niñas.
- Permitirles a los varones jugar deportes violentos, imponer sus propias reglas y ser independientes.
- Festejarles cuando rompen las reglas para conseguir sus objetivos y cuando son competitivos.
- Felicitarlos cuando salen con más de una mujer a la vez.
- Decirles que los varones no lloran.
12No denunciar a un hombre que está ejerciendo violencia contra una mujer. La violencia de género es una epidemia en el mundo y Latinoamérica no es una excepción. Callar ante situaciones de violencia contra ti misma, tus hijas o contra otras mujeres es la mejor manera de asegurarte que el machismo seguirá vivito y coleando por muchas más generaciones. El silencio sólo permite que el culpable siga actuando de manera impune. ¡Busca ayuda ya!
Si creciste en Latinoamérica has absorbido desde muy pequeña una serie de “verdades” que se presentan como incuestionables y que aparentemente debes respetar si quieres ser parte de la sociedad. Lo malo es que tras esas “verdades” se oculta la creencia de que hay razones de tipo biológico para los distintos roles, comportamientos y emociones de cada sexo. Es decir que es natural (o innato) para los hombres demostrar su superioridad, dominancia, agresión, etc. Y que es natural para las mujeres ser débiles, serviles, emocionales, etc. Pero la realidad es que todos estos no son más que estereotipos aprendidos e ideas culturales que se pueden cambiar.
El primer paso para efectivizar ese cambio es que tú revises tus creencias, tus actitudes y tus palabras para que dejes de perpetuar ese machismo que no hace más que limitar tus oportunidades.
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