10 Riesgos del trabajo remoto y cómo superarlos
El home office es una de las grandes innovaciones del mundo laboral. Ha permitido a los empleados: ahorrar tiempo, recursos y disponer de más libertad en sus horarios y actividades personales. Sin embargo, para aprovechar al máximo estos y otros beneficios es fundamental entender los riesgos del trabajo remoto para poder superarlos.
En un post anterior hablé de las dificultades que puede haber desde el punto de vista de la empresa. Aquí tomo el ángulo de los colaboradores.

Riesgos del trabajo remoto. Photo Credit Bruno Cervera Azsk- Unsplash
Riesgos del trabajo remoto
1Confundir la vida personal con la laboral
Al estar en tu casa trabajando, a menudo es difícil separar el espacio personal/familiar del laboral. Esto se manifiesta en relación al tiempo, donde los momentos que le dedicas a temas personales y domésticos (poner el lavarropas, atender al plomero, hablar con un amigo) se mezclan con los laborales. Puede disminuir la concentración y la productividad, y por otro lado generar malestar en tu familia al sentir que no les prestas atención. También tu familia puede sentirse invadida ya que te esparces en lugares de uso común como el living o la cocina. Y en ocasiones estar tantas horas conviviendo con el otro puede terminar generando choques y cansancio.
2Dificultad de concentración y compromiso a largo plazo
Estar en tu casa multiplica la cantidad de distracciones posibles. Requiere mucho más esfuerzo de concentración y de abstinencia. Ahí está la TV, tus hijos, tu pareja, nadie te está viendo si te tomas unos minutos para ti misma, si duermes una siesta, etc. Estas cosas no pasan en una oficina, y las tentaciones son mucho menores. Si tienes la disciplina de disfrutar de estos aspectos sin que afecten tu capacidad de completar tus compromisos laborales, no tendrás problemas. La dificultad aparece cuando no tienes esa disciplina.
3Sensación de desigualdad de oportunidades con los empleados presenciales
Algunos empleados sienten que no terminan de enterarse de lo que pasa en la empresa, que se pueden estar tejiendo alianzas o armando movidas políticas de las cuales ellos quedan afuera. Que no se los tiene en cuenta para algunas decisiones. Pueden sentir que sus oportunidades de crecimiento se ven disminuidas por no estar presencialmente en una oficina.
4Falta de integración con el resto del equipo
Este es un tema que ya hemos tratado con anterioridad. Sabemos que la presencia genera una integración que la virtualidad no siempre alcanza. La posibilidad de compartir tiempo con la gente, esas charlas informales que se pueden dar en espacios comunes de la oficina, o una reunión espontánea entre los que estamos ahí, promueve los lazos de integración.
5Falta de sensibilidad en decisiones.
En ocasiones, las decisiones a tomar acerca de algún tema, requieren de ese “feeling” que se da en una discusión de trabajo, de alguna mirada, del gesto que de una clave, que me da feedback sobre el rumbo a seguir. Eso es muy difícil de conseguir a la distancia.
6Aislamiento
El trabajar desde la casa puede fomentar el aislamiento. Si tu eres una de esas personas que trabajan varios días a la semana desde tu casa, y ves con poca frecuencia (o nunca) a tus compañeros, corres el riesgo de volverte cada vez más ermitaña. Quizás no te des cuenta que estás cada vez más sola. Y si en particular te cuestan los vínculos sociales, aislarte no es la solución.
7Falta de empatía
Practicar la empatía, de “ponerme en los zapatos del otro”, de intercambiar ideas, opiniones, sugerencias, de ser sensibles, es tanto o más importante que el conocimiento técnico que necesito para cumplir mi rol. El contacto visual genera mayor capacidad de empatía entre los individuos ya que entre otras cosas, fomenta que se cuiden más las formas de decir las cosas. El hecho de no ver a quién le hablo, puede relajar los filtros y descuidar al otro, permitiendo intercambios que pueden ser desde violentos hasta desubicados. Esto puede traer grandes inconvenientes. (Piensa en la cantidad de malos entendidos ocasionados por mensajes de texto o emails.)
8Interpretaciones erróneas
La comunicación humana es siempre fuente de malentendidos, aun cuando es presencial. Cuando no es presencial, se potencian más aún las posibilidades de interpretar las cosas con el filtro personal de cada uno. Sabemos que la contextualización de un enunciado dicho oralmente, es tan importante como el enunciado en sí mismo. Al no tener frente a mi a las otras personas es fácil generar fantasías acerca de sus intenciones no explícitas, alusiones, metamensajes y demás. Cuando estás delante de ellos es más fácil verificar y disipar esas fantasías. Ejemplos de tus interpretaciones personales que pueden no tener nada que ver con lo que el otro piensa: “No le gusta mi trabajo”. “Me dice eso porque me quiere echar”. “Se enojó conmigo, seguro que hice algo mal”. Photo by Fazly Shah on Unsplash
9Exceso de trabajo
Por otro lado, uno de los grandes riesgos del trabajo remoto puede ser excederse en el tiempo y autoexigencia de trabajo, lo que redundará en agotamiento y falta de rendimiento a largo plazo. Un gran número de personas tienen dificultades en medir y autolimitarse, con lo cual trabajan larguísimas horas.
10Desdibujamiento de los objetivos laborales
Si bien éste tópico no es inherente al trabajo remoto, nuevamente la distancia lo potencia. La dispersión espacio-temporal de los contribuidores, quienes trabajan según sus propios tiempos o husos horarios en sus respectivas casas/países, puede tener como consecuencia que se pierde la sensación de unidad y objetivo común.

Riesgos del trabajo remoto. Photo Credit Mimi Thian Unsplash
Evalúa tus propios riesgos
Algunas ideas que puedes poner en práctica:
- Preserva un espacio: es fundamental que te hagas un espacio laboral dentro de tu casa. Así sea un escritorio rebatible, o una parte de la mesa del living, asegúrate que puedas usarlo como “oficina” aun en horarios de vida familiar. Trata de no expandirte por toda la casa dejando papeles, pendrives y otros elementos de trabajo. Respeta los lugares y horarios comunes para que también los demás respeten tu espacio de trabajo. Es importante generar acuerdos con las partes comprometidas ya que requerirás de su comprensión, paciencia y respeto.
- Oblígate a salir de tu casa al menos una vez al día.
- Trata de tener a diario reuniones virtuales donde compartan la cámara. Eso hará que te arregles como si tuvieras que ir a una oficina, que no descuides tu aspecto ni tu manera de expresarte.
- Recuerda siempre que aunque no veas al otro, o el otro no te vea, debes hablar cuidando las formas, ser amable y cordial. Ten cuidado con las ironías y los chistes que puedan ser mal interpretados o ser ofensivos para alguno de tus compañeros.
- Recuerda que estás inmersa en una multiculturalidad y que tal vez tus colegas tengan diferentes backgrounds con los cuales interpretarán lo que dices.
- Si el idioma en que se comunican no es tu lengua nativa y/o la del resto del equipo, aumenta el cuidado al comunicarte.
- Trabaja desde algún café al menos uno o dos días a la semana.
- Cada tanto trata de reunirte con un colega a trabajar desde algún lugar en común. Photo by Mimi Thian on Unsplash
- Organiza con frecuencia encuentros con compañeros de trabajo, clientes o proveedores.
- Acércate a tu oficina al menos una vez a la semana o por quincena y visita a la mayor cantidad de gente que puedas para enterarte de lo que está ocurriendo y generar presencia. Si tienes la posibilidad de mezclar el home office con el trabajo en la empresa, no dejes de hacerlo. El esfuerzo de trasladarte se verá recompensado.
- Asiste a conferencias de tu campo para mantenerte activa y actualizada.
- Acepta invitaciones que propicien el networking. Una de las maneras de reducir los riesgos del trabajo remoto es ser deliberada en tu búsqueda de establecer y fortalecer conecciones.
- Debes ser sumamente cuidadosa con los horarios en que envías mensajes y mails. Puede contactarte con tu jefe y consultarle cuál es la modalidad que usan en la empresa, poniéndote de acuerdo para no excederte ni que se excedan en las comunicaciones fuera de horario.
- Ponte muy estricta con los tiempos: tanto los laborales, para no excederte, como los “permisos” que te tomes durante el día, para no perjudicar ninguna de las dos áreas: la personal y la laboral. Incluso debes ser rigurosa con el refrigerador, ya que al estar a mano propicia una tentación constante.
Si tienes dudas con respecto a tus posibilidades de ascenso, a cómo es visto tu trabajo por tus superiores o cualquier otro rumor no dejes de hablarlo con ellos. Evita estar hablando por detrás con otros compañeros para tratar de dilucidar estas cosas. Recuerda que es preferible que trates de resolver cualquier malentendido con la fuente.
Como ves, trabajar desde tu casa es un desafío constante. Las nuevas modalidades requieren nuevos aprendizajes. Como en cada revolución, lleva tiempo adaptarse a los cambios. Los beneficios del home office ya los sabes. La clave es que estés atenta a los riesgos.

Evita los riesgos del trabajo remoto. Photo Credit Mimi Thian Unsplash
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